El próximo mes de Diciembre se pone en marcha en Córdoba la iniciativa “Caminos escolares seguros”. Nos sumamos a ella deseando que tenga mucho éxito y sean muchos los Pulgarcitos y Pulgarcitas que disfruten de la experiencia a diario 🙂
Desde la Psicología infantil destacamos dos de sus beneficios:
Miedos y estrategias adaptativas. Es muy frecuente el miedo de padres y madres a que sus hijos se queden solos, por la posibilidad que hay de que les roben, los pille un coche, un desconocido se les acerque… Dado que los miedos se trasmiten a los niños a base de evitar situaciones, cuando creamos a su alrededor un entorno 100% seguro (vamos en nuestro coche, siempre con compañía adulta, nos aseguramos de llevarlos hasta la puerta,…) no permitimos que experimenten el peligro real que puede existir, en muchas ocasiones menor que el imaginado, y les privamos de que aprendan estrategias útiles para enfrentarlos: una niña que siempre va acompañada no prestará atención ni sabrá cómo actuar ante los distintos estímulos del ambiente, desde las señales de tráfico (semáforo en rojo, zona no peatonal, salida de cochera…), hasta una persona desconocida que se acerque a ella.
Más allá del camino escolar. Por otro lado, si aprenden a llegar solos al colegio, estaremos en posición de pedirles que se responsabilicen en otras áreas, como llegar puntuales a las demás actividades, esperar en casa solos hasta que llegue un adulto o cuidar de los hermanos pequeños por unas horas, todo ello beneficioso para nosotros a nivel organizativo. Este aprendizaje se ve favorecido por las características de los caminos escolares, donde es más probable contar con personas conocidas y de confianza que proporcionen las ayudas necesarias para que se produzca.
Así, un camino escolar seguro plantea una oportunidad única para optimizar la capacidad de respuesta de los más pequeños ante una ciudad en movimiento, y nos permite ajustar el nivel de responsabilidad a cada edad.
¿Cuándo empezar a establecer un aprendizaje autónomo? Se recomienda comenzar a entrenar las habilidades necesarias para llegar al colegio a partir de la etapa infantil (hora de salida, cuál es la zona peatonal, señales de tráfico, dónde pedir ayuda,…), mediante diferentes estrategias donde se minimice el acompañamiento (Ej., pedibús). De esta forma, a los 8 años los niños podrán ir solos de forma segura, pues ya conocerán el trayecto, cómo actuar ante las señales de tráfico que encuentran, y cómo y a quién pedir ayuda.
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