En una de nuestras últimas sesiones un padre nos contaba una experiencia que os resultará familiar: “El otro día mi hija de 6 años estuvo todo la tarde dedicada a sus tareas sin gritos ni quejas. Como recompensa nos fuimos al cine, ¡y no veas la que montó allí! Todo el rato levantándose, pidiendo agua y palomitas, hablando durante la película… ¡Imposible de manejar!…”
¿Por qué se dió un mal comportamiento durante una actividad supuestamente agradable? ¿Para quién de los dos ir al cine era un premio?
A veces los adultos elegimos para nuestros hijos/as y alumnos/as, en casa o en el colegio, recompensas que no les gustan o no les parecen atractivas por diferentes motivos. Además de elegir recompensas poco atractivas, en ocasiones también escogemos actividades que necesitan tener un hábito bien establecido para poder disfrutarlas (en nuestro ejemplo, la niña necesitaba haber aprendido con anterioridad a permanecer en silencio la mayor parte del tiempo mientras ve una película, y a estar sentada durante al menor 90 minutos, hábitos que deberían entrenarse en casa).
¿Cómo sé que una actividad le gusta? Cuando nos gusta algo, tanto a ellos como a nosotros, lo expresamos de una u otra forma: le dedicamos todo el tiempo que podemos, comentamos con los demás por qué nos gusta, pedimos que nos lo proporcionen, hacemos méritos para obtenerlo, buscamos información sobre la actividad u objeto,… Por tanto, si vuestro hijo/a os dice que algo le gusta mucho, que por qué no hacéis una actividad en concreto, que lo mejor del mundo es…, podéis utilizarlo como premio.
¡Ojo! Los gustos van cambiando y “se agotan”. Imaginad que a vuestro hijo le gusta efectivamente ir al cine, y decidimos ir cada vez que queremos premiar el cumplimiento de órdenes o la cooperación. Sin duda, después de dos meses yendo con esta frecuencia, la probabilidad de que le resulte interesante es mucho menor. Por ello es necesario tener previstas entre 10 y 20 actividades que le guste hacer e ir cambiándolas cada tres o cuatro semana (por supuesto os recomendamos elaborar la lista con ell@s). Recordad acompañar toda recompensa con elogios, imprescindibles para que el comportamiento premiado se mantenga a largo plazo 😉
¡Os animamos a innovar con las recompensas! Os sorprenderá la cantidad de actividades que para ellos son interesantes: ir a casa de una amigo, que un amigo venga a casa, cocinar con vosotros, jugar media hora con papá/mamá, ayudar con la compra en el supermercado, hacer el cambio de mesas en su clase, llevar un juguete cada día al colegio, pasar lista a sus compañer@s,…
[…] nuestros hijos puedan disfrutar una vez cumplidas sus principales obligaciones. Estas actividades deben ser atractivas para nuestros hijos/as, como pueden ser visitar un amigo, merendar fuera de casa o jugar en […]