Una de las dificultades más comunes entre los 6 y los 12 años es la oposición o resistencia que muestran nuestros hijos/as a hacer los deberes cada tarde. Esto lleva a muchos padres y madres a insistir durante varias horas en que deben hacerlos o lo importante que es hacerlos. Si tu hijo/a también se sienta a hacer los deberes “cuando ve que no le queda otra”, este post es para ti 🙂
PRIMEROS PASOS PARA CONSEGUIR QUE HAGAN LOS DEBERES
Antes de probar cualquier pauta es muy importante dejar atrás algunas costumbres que NO ayudan a establecer esta rutina:
- Deja de insistir I. Piensa en el futuro. Muchos padres y madres consiguen que su hijo/a haga las tareas después de insistirle durante varias horas, llegar a enfadarse o amenazar con todos los castigos posibles. Es hora de plantearte si invertir tanto tiempo y energía resulta útil, y sobretodo si en el futuro estás dispuesto/a a invertir tantos recursos a costa de dejar de invertirlos en ti, en tus proyectos o en el resto de tu familia. O incluso si en el futuro estarás disponible cada tarde o habrá alguien dispuesto a asumir esta labor 😉
- Deja de insistir II. Mientras insistes no hace los deberes. Una de las consecuencias que tiene nuestra insistencia sobre nuestros hijos es que mientras que nos esforzamos por darles razones (cada vez más creativas) para conseguir (o no) que hagan los deberes, ellos NO los están haciendo. Es más, durante ese tiempo no solo no hacen lo que estamos pidiendo, evitando los deberes, además están consiguiendo toda nuestra atención a cambio de no cumplir, lo que nos perjudica aún más 🙁
- Deja de sentarte a su lado para que empiece a escribir. Muchos padres y madres nos dicen “Tengo que sentarme con él para que haga los deberes”. Sin embargo, se trata solo de un comportamiento que hemos aprendido, gracias a la persistencia de nuestro hijo/a: “Si quieres que me ponga a hacer los deberes, siéntate aquí conmigo”.
La primera reacción cuando planteamos estos primeros cambios en consulta (“a partir de ahora no vamos a insistirle para que haga sus deberes”, “en unos días no nos sentaremos con ellos para que empiecen a hacerlos”,…) es el temor de que no hagan sus deberes.
¿Qué estrategias pueden hacer más probable que los inicien sin insistencia por nuestra parte?
Las presentamos a lo largo de una serie de post 🙂
En este primero proponemos una estrategia que ha resultado útil para que nuestros hijos inicien sus tareas escolares sin necesidad de insistirles, relacionada con la CANTIDAD de trabajo que el niño/a debe hacer en casa, y por tanto el esfuerzo que percibe que se le pide:
A. Fomentar el trabajo en clase, de forma que tus hijos/as realicen cada vez más actividades escritas en clase, en el tiempo que el profesor/a da para ello, y lleven menos para casa.
Esto puede conseguirse a través de:
- Reconocimiento. El profesor/a debe reconocer verbalmente o con gestos al niño/a que trabaja en clase y termina uno o más ejercicios con calidad (buena letra, resultados correctos o aproximados a la solución,…)
- “Carrera de ejercicios”. Pueden agruparse a los alumnos/as en grupos de 3 o 4 y recoger en un gráfico público el número de ejercicios que hace cada grupo de media a diario, de forma que aquellos alumnos/as que menos trabajan se vean motivados a seguir, al menos, el ritmo de su grupo.
Continuamos en el próximo post…
[…] Continuando la serie de post dedicados a que nuestros hijos/as realicen con menor dificultad y mayor autonomía sus deberes escolares cada tarde, en este os proponemos una segunda pauta que tiene que ver con la DISPONIBILIDAD o tiempo que pueden utilizar para hacerlos. […]