Una preocupación muy común de las familias es cómo les afecta lo que hacen otros padres y madres. Hablamos de cuando otros adultos chinchan a nuestros hijos de forma más o menos frecuente con bromas o chascarrillos, cuando nos miran mal cuando llevamos a cabo una pauta con la que no están de acuerdo, o le quitan importancia al mal comportamiento de sus hijos con respecto a los nuestros.
Estas son nuestras recomendaciones para manejar esas situaciones y salir lo menos perjudicados posible 😉
PIDE. Una de las opciones que tenemos es pedir a esos padres/madres que hagan algo de forma diferente, por ejemplo, que dejen de chinchar al niño/a o que establezcan una consecuencia para su hijo/a cuando pegue al nuestro con el fin de que no lo haga más. Es cierto que el otro padre/madre puede reaccionar mal a nuestra petición, pasar de ella o incluso tomárselo a broma. En todo caso debemos valorar la importancia que su comportamiento tiene sobre nuestra familia y tomar una decisión.
AGRADECE. En el caso de que el padre/madre al que pides un cambio acceda a llevar a cabo ese u otro cambio a vuestro favor, agradece siempre su esfuerzo. Cambiar no es fácil para nadie, educar o corregir comportamientos tampoco 😉
LIMITA. Si le has pedido un cambio y no lo has conseguido, o bien crees que tus probabilidades de éxito son escasas y ni siquiera lo vas a intentar, siempre te queda la opción de limitar el tiempo que pasas con esas personas. La vida es cuestión de prioridades, siempre puedes hacer nuevas amistades 🙂
Deja una respuesta